domingo, 15 de noviembre de 2015

Vuela

Hubo una vez, en la que las sabias palabras de mamá me calmaban y abrigaban cuando la vida arreciaba y yo era incapaz de ver la luz entre la ventisca. Recuerdo bien que me repetía :

 "Cuando no puedas más , deja volar la mente y huye de los pensamientos que te anclan al suelo . Vuela , vuela lo más alto que puedas y llegarás donde quieras".

En esos momentos , recuerdo que miraba al cielo y , con la ingenuidad de un niño pequeño , deseaba estar allí arriba , surcando el cielo en un avión de una parte a otra del mundo y jamás anclarme a un suelo en el que sólo veía complicaciones. Nunca entendí que las preocupaciones vuelan contigo allá donde vayas porque son esos demonios que nos dan esa perspectiva oscura que nos hace buscar la luz. Es un contrasentido metaético que me encanta y me molesta a partes iguales . Es la disonancia de la vida , como diríamos los psicólogos. Ahora , camino a la ciudad que se está convirtiendo en mi segunda casa y en mi refugio a la rutina de la pequeña ciudad que me ha visto nacer , no hago mas que pensar en todos esos demonios que soy incapaz de dejar en el aeropuerto . Parece ser , que son capaces de escapar a los controles de Ryanair de una manera tan efectiva como la del contrabandista que cuela lo que desea por las aduanas de la Frontera. 

Pensaba que a 10.000 metros sobre el suelo los problemas se quedaban abajo pero ahora mismo los veo surcando los cielos con esas alas que les doy y que sólo yo podría arebatarles...si pudiera claro...
Tengo la estúpida sensación de que cada vez me hayo mas indefenso ante su mirada , esa misma que desconozco porque no me atrevo a mirarles a los ojos . Me asusta , lo reconozco. 
Me da miedo descubrir que el peor de mis demonios soy yo mismo,  o mas bien , mi incapacidad de confiar en los demás . Me asusta mi deseo innato y antinatural de querer abrazar la soledad a pesar de estar rodeado de personas tan increibles , de amigos leales , de mujeres que me quitan el sueño y me hacen sonreir como a un imbécil...

Hace poco , una persona extremadamente increíble e importante para mí me acuso de no confiar lo suficientemente en ella y no sé como decirle que tengo miedo de confíar en otra persona que se irá para no volver nuca más . No sé como decirle que es probable que coincidamos en la misma ciudad pero nunca más en la misma etapa . No sé como decirle que me he acostumbrado tanto a estar solo , a no dar explicaciones , a que nadie se preocupe por mí ,  que me asusta sobremanera hacerlo con ella . Quiza sea eso lo que me asuste , los nuevos comienzos. Quiza sea eso lo que me gusta de mi soledad , que no hay despedidas tristes, ni un "Adios" que cierra un "Para Siempre" ... No lo sé , quiza sólo me preocupe salir de mi zona de confort y arriesgarme , por una vez , a ser feliz sin condiciones ni condicionantes...

 Ni aquí ,en una cabina rodeado de gente me siento acompañado . Quizá por eso Barcelona me atrae tanto , quizá sea la representación idilíca de la soledad perfecta . Quizá sea la metáfora perfecta de "Caminar solo entre tanta gente" . Una ciudad grande donde nadie te conoce , donde nadie te juzga , donde puedes descubrir lugares escondidos acompañado de la única compañia que le merece la pena a un guitarrista solitario: su Música.

De repente , algo me saca de mis ensoñaciones y la azafata me llama la atención . La miro . Es rubia, con ojos azules , bonita pero no preciosa y no es , ni mucho menos, lo que ahora mismo definiría como "Mi tipo". Me pide amablemente que cierre la mesa y con ella mi libreta y mis reflexiones , al menos , por 15 minutos . MIro por la ventanilla del avión . En el horizonte ya se vé la ciudad condal , sus múltiples encantos , sus infinitas posibilidades ... Dos dias , eso es todo lo que necesito por el momento. Dos dias para perderme y encontrarme , pensar y aclarar ... Pensarme .... como siempre....